Del 1 al 15 de octubre de 2023 se realizará el XXIII Capítulo General de la Familia Catalina de María, Instituto de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Arg.).
Ya comenzó la preparación, en los meses de marzo, abril y mayo es la etapa inicial donde la clave está en la ESCUCHA; usando el método de las Conversaciones Espirituales, una metodología implementada con éxito en experiencias sinodales como la Fase Continental del Sínodo de la Sinodalidad y de todo el proceso sinodal propuesto por la Iglesia.
Este método se basa en una larga tradición de la Iglesia, que se ubica en una experiencia comunitaria para tener disposición en clave de oración y ver lo que Dios está diciendo a través de la palabra, la vida, el testimonio de los otros/as.
En los encuentros pre capitulares del Instituto de las Hermanas Esclavas, la comisión preparatoria al Capítulo, integrada por cinco hermanas, propuso materiales como fichas de trabajo y reflexión que cierran con una pregunta que hace referencia a las “mociones” que surgen de la oración. Es decir lo que la persona va sintiendo interiormente, pensamientos y deseos en sintonía con la reflexión. También una guía para iniciar este proceso capitular y una presentación acerca del horizonte inspirador, que refiere a la esperanza osada a la que nos invita la propuesta de la sinodalidad, de la transformación de la persona y la cultura en el encuentro personal con Jesús, el resucitado.
Religiosas y laicos
Participan de estos encuentros las hermanas de la comunidad, los equipos directivos de cada obra o centro, los equipos de gestión. Además, por votación, se eligen dos representantes de cada estamento dentro de las obras y se abre la posibilidad que participe todo aquel que desee hacerlo y se comprometa a recorrer el itinerario de preparación. En estos primeros encuentros el tema fue: “El Carisma y Madre Catalina, nuestras fuentes de sentido” (Fotos: Mendoza, Deán Funes, Córdoba, Villa Cura Brochero, Salta y La Rioja).
Conversaciones espirituales. Cuatro rondas
Compartimos aquí cómo es la dinámica de las conversaciones espirituales:
Solo escucha. La primera ronda dura entre 2 a 3 minutos, allí cada uno comparte brevemente no desde lo argumentativo sino como fruto de la oración, las “mociones” luego de lo rezado en las fichas. Sólo se escucha, no se da réplica.
Lo que nos une. Segunda ronda: se comparten los ecos de la primera ronda (es pasar del yo al nosotros: percibir un hilo común, que no es dar una opinión sino acoger lo que se percibe, darse cuenta de lo que nos une a unos con otros.
Lo que Dios pide. Así se entra en la tercera ronda, que es la búsqueda de los puntos en común, es el discernimiento para saber a qué en concreto Dios está pidiendo en esta pequeña comunidad; la idea es que en conjunto veamos está experiencia orante, que no quiere decir que toda sea un consenso”.
Una luz. Cuarta ronda. Cada uno expresa los consensos y disensos; comparte lo que surgió, lo que a lo mejor confluyó algún tema. Alguna luz que se ha percibido. El grupo recoge en una o dos oraciones, aquellas mociones que fueron consenso o disenso, con un párrafo explicativo del contenido de esa oración.
Oración. Luego de encontrar los puntos en común, se comparten los consensos y disensos de cada grupo pequeño. Se expresa en una o dos oraciones y un párrafo explicativo los consensos y disensos surgidos.