Propuesta mensual Oración Familia Carismática. Comunidad de Misión Sagrado Corazón, Benín, África.
Catalina escribió en una de sus cartas: “No ha sido hasta ahora infructuosa la oración que ustedes hacen por nosotras; falta que continúen, para que todo vaya bien hasta que tengamos el gusto de vernos y abrazarnos en nuestra casa”.
Ella motiva a la comunión en la oración de unos por otros, “hasta que tengamos el gusto de vernos y abrazarnos”, nos dice.
Experta en comunión Madre Catalina ama a personas con nombre y apellidos y es amada por rostros concretos de hermanas, sacerdotes y laicos. Esto le permite el “lujo” de un amor sin límites.
Nos dice el Papa Francisco: “Vivir el presente con pasión es hacerse “expertos en comunión”, testigos y artífices de aquel proyecto de comunión constituye la cima de la historia del hombre según Dios. En una sociedad del enfrentamiento, de difícil convivencia entre las diferentes culturas, de la prepotencia con los más débiles, de las desigualdades, estamos llamados a ofrecer un modelo concreto de comunidad que a través del reconocimiento de la dignidad de cada persona y de compartir el don que cada uno lleva consigo, permite vivir en relaciones fraternas.
Sean mujeres y hombres de comunión, háganse presentes con decisión allí donde hay diferencias y tensiones, y sean un signo creíble de la presencia del Espíritu, que infunde en los corazones la pasión de que todos sean uno (Jn 17, 21). Vivan la “mística” del encuentro: la capacidad de escuchara las demás personas. La capacidad de buscar juntos el camino”.
Sólo quien ama y es amado de verdad tendrá el valor necesario para romper fronteras y amar a los que nunca son amados a los excluidos.
Aquellos que en su vida cotidiana experimentan la belleza de vivir en comunión cuentan con la suficiente valentía de amar y reparar a los rechazados, a los abandonados, a los heridos, a los que permanecen caídos en el camino, aún sabiendo que, muy probablemente nunca recibirán en pago un amor semejante.
La experiencia del amor llega incluso a traspasar las fronteras de la vida cuando el que ama entrega su vida, en defensa de otras vidas, para que puedan subsistir. Madre Catalina en esto nos dio ejemplo. Nosotros podemos y debemos vivir en comunión como Madre Catalina y amar y reparar realmente a todos aquellos a los que el Señor nos envía.
Como Madre Catalina, queremos poner la mirada en el Corazón de Jesús y preguntarnos:
• ¿Cómo podemos ser hombres y mujeres de comunión con los que están a nuestro lado?
• ¿Qué modos creativos podemos poner en acción para acercarles más nuestro amor a los excluidos de la sociedad?
Foto: experiencia de comunión en Benín.