Córdoba en Argentina cumple el 6 de Julio, el 446° Aniversario de su fundación. Catalina de María Rodríguez nació, creció, se casó, hizo sus primeros Ejercicios Espirituales, fundó la primera congregación religiosa femenina del país las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, murió y fue beatificada en este “suelo dorado”.
La Córdoba de Catalina era una aldea de no más de 10.000 habitantes, algunas calles empedradas en el centro y el resto de tierra, el río sin puentes, con las crecidas solía desbordar e inundar todo a su paso. Con la típica construcción fundacional española contaba con la Plaza Central, el cabildo, la Catedral y un abanico de Iglesias que con sus campanas evidenciaban la fe del pueblo.
Campanas de los Dominicos, los Franciscanos, los Mercedarios, los Jesuitas, también las monjas Carmelitas y Dominicas, que nacieron con la ciudad mediterránea, lejos del mar, aldea tironeada por la lucha política amenazada por los malones ciudad.
Docta con el orgullo de la primera universidad de América Latina y una gran biblioteca fundada por los Jesuitas. Aldea de hombres puertas afuera ocupados en la política, el comercio, las milicias, las ideas, y mujeres puertas adentro replegadas un rol doméstico y familiar.
Imaginamos esa Córdoba en donde Catalina de María Rodríguez nació, vivió, se casó, se consagró a la vida religiosa, murió, y en el 2017 fue beatificada. Ciudad del “suelo dorado” donde dejó su vida por una pasión: el corazón de Jesús y por la humanidad (Ver infografía en la galería de imágenes).