19 de Septiembre de 2019. Charla de la Hna. Silvia Somaré ecj. en la Feria del Libro. Patio Menor, Cabildo, Córdoba.
Con el título ¿Femeninas o feministas? El rol de la mujer en la patria naciente, la Hna. Silvia Somaré ecj. Esclava del Corazón de Jesús, brindó una charla en el marco de la Feria del Libro en Córdoba. Compartimos el contenido de esta exposición donde la Hna. destacó el valor de Catalina de María Rodríguez en sus acciones “Feministas”, porque puso su mirada en las mujeres de tu tiempo y se animó a trabajar a la par de grandes hombres como el Cura Brochero.
Catalina, una Feminista
Fue feminista porque puso su mirada en las mujeres, a quien nadie miraba y buscó desde ella misma darles el lugar que debían tener en complemento con el varón.
Algunas de sus acciones “feministas”:
Dirigirse a las autoridades. Su marido y otros políticos fue preso injustamente, en épocas donde no había Código Civil y fusilar al amanecer era lo corriente. Catalina le escribe con las demás esposa al Gobernador Fragueiro y le pide la libertad “en nombre de la Humanidad y la Civilización”. También se encarga que el diario de la época limpie el nombre de su esposo y su familia.
Mujer en salida. No acepta para ella el modo contemplativo de vida religiosa y al no haber modos apostólicos, funda una congregación con ese estilo.
Dejó de ser señora, deja su confort para ser y asistir a la mujer. Inicia un nuevo estilo de consagración, después de ella surgieron como en cascada varias congregaciones más del estilo. Abrió caminos no transitados.
Educación para mujeres. Funda colegios en todo el país para la educación femenina. También funda casas de ejercicios para evangelizarlas y hogares para contenerlas. ¡todo un programa de vida! Para esto recorrió 46.000 (sí, cuarenta y seis mil) km, una verdadera misionera si consideramos que la circunferencia del Ecuador tiene 40.000. Todo en los precarios medios de transporte que había en la época.
Siendo viuda (léase no virgen) hace voto de castidad, con el argumento de que no importa el cuerpo sino la bondad del corazón. Las monjas Catalinas tenían como protocolo no admitir “ejemplar” viuda. Ella abre otro camino con un gran argumento.
Trabaja a la par de José Gabriel Brochero. El Cura, funda una Casa de Ejercicios y una Colegio de niñas en el valle de Traslasierra en Córdoba y le pide a Catalina que se haga cargo de ambos. Y allá van, 16 hermanas a caballo cruzando las montañas, a instalarse en un lugar agreste e incomunicado. Catalina incluye, trabaja con los varones y Brochero trabaja con y para las mujeres…