“LES DARÉ CONSUELO, FORTALEZA Y ESPERANZA EN SUS MOMENTOS DE CRUZ Y DOLOR”
El Corazón de Jesús nos promete estar con nosotros siempre, y de manera especial nos invita a ir a Él “cuando estamos afligidos y agobiados”. Su Corazón nos mira y acoge con gran compasión, haciéndonos experimentar que no estamos solos, que su presencia nos dará la fortaleza necesaria para travesar cada dolor en nuestra vida. Y no sólo eso, sino que Su amor nos abrirá a mirar estos momentos de cruz desde la esperanza que brota de su vida, de su resurrección.
El Corazón abierto de Jesús es el lugar donde cada dolor, cada pesar encuentra un nuevo sentido, el nos promete que en cada corazón “hará nuevas todas las cosas” solo tenemos que confiarnos a Él.
A cada oración pedimos “Que experimentemos tu consuelo”
- En la enfermedad propia o la de nuestros familiares
- Ante la partida de seres queridos
- Cuando estamos desesperanzados y tristes.
Busca un papel y escribe las situaciones personales, familiares y sociales que necesitan del consuelo del Corazón de Jesús, una vez que las hayas escrito déjalas junto a una imagen de Jesús (en casa, en la billetera, en el trabajo, en tu altar doméstico) y cada vez que la veas vuelve a pedirle a Jesús que derrame su consuelo.
Oración de Confianza