60 años de vida religiosa. Testimonio de la hermana María Cecilia González
El pasado 30 de marzo la hermana María Cecilia González ecj. cumplió 60 años de vida religiosa. Un gran camino de amor y reparación que fue motivo de festejo en Rancagua, Chile, la tierra que fue testigo de la mayor parte de su camino vocacional.
La celebración de aniversario incluyó una misa y onces -comida de tarde-noche, tradicional en Chile- compartida con su familia y amigos de la comunidad.
Como gesto de memoria agradecida, la invitamos a recordar algunos rasgos de su historia junto a las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús. También comparte unas palabras especiales para los jóvenes que transitan su camino vocacional.
Desde el inicio, una vocación junto al Sagrado Corazón de Jesús
El llamado vocacional de la hermana se produjo en la Escuela del Sagrado Corazón -hoy Instituto Sagrado Corazón–. Allí siempre llamó su atención la figura de la hermana Margarita Brennan, ya que a pesar de su condición de minusválida siempre recibía a las estudiantes con una sonrisa, expresando su cariño y vocación.
A los 17 años le comparte que desea ser religiosa de su congregación y la hermana Margarita la invita a redactar una carta para la Madre generala. Dos años después recibe la respuesta esperada donde le anuncian que fue aceptada. Debe enfrentar la resistencia de su padre, quien finalmente la apoya y firma la autorización.
“Educar los corazones…”: la gran misión en sus 60 años de religiosa
Como hermana del Instituto, su primer viaje fue de Córdoba a Mendoza, como fundadora de una Casa de Ejercicios por un año. Luego, en 1969 llega a Copiapó, Chile, para prestar su servicio como ayudante de párvulos -niños de corta edad que se encuentran en preescolar- en un kínder de 52 alumnas.
Años después inicia sus estudios de Pedagogía en Castellano en la Universidad de Chile y realiza su práctica en un Liceo. Recuerda que durante todo este tiempo recibió apoyo y ánimo de la Hermana Pilar.
Desde entonces, al estilo catalino de “educar los corazones al modo del Corazón de Jesús” realizó varias tareas en las escuelas del Instituto, tanto en Copiapó como en Rancagua, donde fue profesora y directora respectivamente.
La misión también se hizo presente en su camino de consagrada. A través de la experiencia misionera en la Isla de Pascua recuerda que tuvo la oportunidad de vivir con felicidad el encuentro con otras culturas de su país.
En el presente su carisma y amor por la educación sigue presente. Este año se ofreció para prestar servicio en la Biblioteca del Instituto Sagrado Corazón de Rancagua.
Tiempo de alegría y gratitud
En la celebración de sus 60 años de vida religiosa, la hermana María da gracias por el apoyo de su familia y por las oportunidades y confianza otorgada por la congregación. También por su salud, por el afecto, y por contar siempre con personas que la guían, ayudan y aconsejan.
Palabras para los jóvenes que transitan su camino vocacional
Desde su experiencia, los anima a que sean fieles a su llamado y se dejen guiar y ayudar por quienes tienen más experiencia. Comparte la importancia de ser reflexivos, pensar, y tomarse el tiempo para conocerse, ya que no hay que apurar las cosas y no todo debe ser tan rápido.