Testimonio de Camila Vajinay.
Camila Vajinay, es de Deán Funes, del norte cordobés, una ciudad con una histórica presencia de las hermanas Esclavas del Corazón de Jesús. Ahí nació, vive su familia: padres, dos hermanos, sobrinas, abuela, tíos y primos. Tiene 28 años y hace dos que ingresó como postulante al Instituto de la Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Arg.).
El sábado 11 de febrero ingresa al Noviciado, una noticia que nos movilizó a dialogar con ella, aquí te compartimos lo que conversamos con Camila:
RT: Cuándo ingresaste al Instituto.
C: “En el 2021 ingresé al Instituto, pero en realidad mi ingreso no fue de golpe, hice un caminito de discernimiento.
RT: ¿Cuándo fue tu primer encuentro con Jesús, lo recuerdas?
C: “No tengo un día especial en donde pueda decir que lo conocí al Señor, creo que Él ya me tenía pensada desde el vientre materno y desde chica, gracias a mi abuela, lo fui siguiendo en pequeñas cosas, fui aprendiendo mucho de Él y así, cada día me enamoraba de Jesús.
Camila con su abuela, la musa inspiradora de Jesús.
Fines de 2014, conocí a la hermana Constanza Lo Sardo, en la pastoral juvenil y al año siguiente empecé a trabajar en el Instituto Sagrado Corazón de Deán Funes, donde conocí a la Madre Catalina, su vida, sus obras, la devoción al Sagrado Corazón, pero sobretodo su carisma de Amor y Reparación.
Hoy siento y confirmo qué fue lo que me llamó a esta familia Catalina, me enamoró la posibilidad de “reparar corazones” a través del amor del Señor”.
RT: El sábado 11 es tu paso al Noviciado, cómo te sientes.
C: “Hoy vivo en la casa de formación del Postulantado, que es la primera etapa de formación al ingresar a la formación, y la verdad que ha sido y será siempre muy especial para mí, aquí he dado los primeros pasos donde pude descubrir realmente de que se trata la vida consagrada. En estos dos años el Señor me ha regalado momento de mucha alegría, felicidad, aprendizaje, confirmación y vivir con dos hermanas, Liliana Lang (formadora) y Raquel (ecónoma). Ellas me han reflejado el amor de Dios en cada gesto, enseñanzas, caídas y levantadas. Eso tiene para mí un valor afectivo eterno.
Ahora voy a dar otro pasito, voy a ingresar a la etapa del Noviciado, en donde viviré en Casa Madre, con otras hermanas a las que conozco y quiero mucho también”.
RT: ¿Qué le dirías a una chica joven sobre el llamado a la vocación religiosa?
C: “A una joven que está sintiendo que Dios la llama a dar un pasito más, le diría que se anime a intentarlo, que Jesús ya nos tiene pensados y que en ese caminar y buscar nuestra felicidad, Él nos acompaña, guía y sostiene, y sin duda vale la pena buscar y caminar hacia donde Él nos sueña”.
El paso de Camila al Noviciado se celebrará con la misa, el sábado 11 de febrero de 2023, en la Capilla Sagrado Corazón (Casa Madre), a las 11:00.