Por Hnas. Esclavas en Benín.
El compromiso de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús con Benín, ha sido constante desde la fundación de la primera comunidad el domingo 25 de mayo de 1997 hasta nuestros días.
En el comienzo la comunidad se estableció en la ciudad de Parakou desde donde visitaban todas las más de 20 aldeas ubicadas en el camino que une Parakou y Kabo, al límite con Nigeria, en la región del Borgou. A través de distintos proyectos las Hnas. trabajan en la evangelización, que en muchas aldeas es primera evangelización, con grupos de catequesis de adultos, jóvenes y niños. Y en la promoción humana, realizando proyectos de pozos de agua, huertas comunitarias, cría de animales, dispensarios, graneros, alfabetización, educación para la salud, promoción de la mujer.
Lo que fue al llegar una sola parroquia desde Banikani, barrio de la periferia de Parakou, hoy ya son cuatro parroquias aunque no deja de ser territorio de primer anuncio ya que los católicos son una pequeña minoría en su mayor parte catecúmenos.
Para una mejor evangelización, las Hnas. se trasladaron hace unos años a la aldea ubicada a mitad de camino: Kpari. Allí está la Mission Sacré Cœur, donde también hace unos años hicieron la escuela primaria de plan Paefe, que es una segunda oportunidad para jóvenes que no han podido estudiar en el sistema educativo formal.
Gracias a la escuela Paefe se han dado nuevas oportunidades a muchos chicos y chicas, especialmente a las niñas, que han podido ser escolarizadas en un mundo que a menudo niega el derecho a su desarrollo humano.
Muchas mujeres, han visto cambiar radicalmente sus vidas, gracias a la construcción combinada de pozo, huerta comunitaria, granero, cría de animales, que permite la obtención cercana y rápida de un agua que incide directamente en la salud de la familia, en la mejora nutricional y en los ingresos familiares.
La evangelización supone la promoción humana, y la promoción es también entregar la evangelización, abrir los corazones para recibir la Fe que une las comunidades en el amor de Cristo.
Gracias a todo este trabajo de las Hnas., laicos colaboradores, sacerdotes y también hombres, mujeres y niños del lugar, en estos 24 años ha cambiado y mejorado la zona en todos sus aspectos. Es mucho el trabajo, pero también mucho el amor, sobre todo el amor de Dios derramado con su Gracia.
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