“Entréguese de un modo especial a nuestro Amo, el Corazón de Jesús…”
Madre Catalina ecj.
¿Por qué yo no?
- ¿Qué es la vocación? La vocación es ser llamada, invitada, convocada y atraída para descubrir el sueño de Dios en la propia vida.
- ¿Y cómo descubrimos ese sueño? Por medio de la escucha atenta de Dios en su Palabra y en la oración, en los deseos y anhelos que nos habitan y nos impulsan a más.
- ¿Cómo sé si Dios me llama a ser esclava? Algo que te puede ayudar es el acompañamiento personal, buscando una persona con experiencia para confrontar lo que vas viviendo y sintiendo como signo de Dios en tu vida.
Dentro de este camino de discernimiento tenemos otras propuestas:
- Misiones vocacionales
- Ejercicios Espirituales
- Galileas, que consisten en compartir una vez al mes la vida en una comunidad, para ir descubriendo si éste es el sueño que Dios tiene para vos.
a) Postulantado: esta es la primera etapa de nuestra formación.
Es el tiempo de preparación al noviciado donde comenzamos nuestra formación para la vida religiosa. Es un tiempo de crecimiento, de autoconocimiento y formación humana, donde vamos haciendo experiencia de la vida comunitaria y apostólica.
b) Noviciado: son dos años donde aprendemos el modo de vida de una esclava; donde estudiamos nuestras Constituciones, profundizamos en el Carisma y en el significado de los votos de pobreza, castidad y obediencia.
Un tiempo de interioridad y de oración para ahondar en el vínculo con Jesús que nos llama y nos ama como somos.
c) Juniorado: es el tiempo de los votos temporales, donde nos comprometemos a vivir la castidad, pobreza y obediencia por un año. Este compromiso lo vamos renovando cada año hasta ser admitidas a la profesión perpetua.
Buscamos integrar progresivamente la vida de oración, el apostolado, el estudio y la vida fraterna en comunidad.
d) Profesión Perpetua: finalizado el juniorado nos consagrarnos a Dios para siempre. Damos un sí para toda la vida. Es como decir que toda nuestra vida tiene un dueño: Jesús. Para la Esclava el dueño es el Amo, como solía llamarlo Madre Catalina.