“Yo y todas las hermanas la obsequiaremos con la comunión por su cumpleaños y para que nuestro Señor se sirva de consolarla” (MC 13, tomo I)
Audio: María José y Noni de Santa Fe, Argentina. En el aniversario de los 125 años del Hogar Santa Magdalena.
Quién no pasó más de una tarde buscando un regalo para el cumpleaños de un familiar, de un amigo,… nada más difícil de conjugar: nuestros gustos, los de la otra persona y el deseo que aquello que le regale le guste y sea útil… todo un logro encontrarlo…
Es que detrás del regalo hay mucho más que un objeto, está el deseo de decirle a la otra persona que la apreciamos, que queremos reconocerle lo importante que es para nosotros.
Madre Catalina tenía su regalo preferido y era el que enseñaba a las hermanas, ofrecer por la compañera la comunión de ese día, qué regalo más hermoso, le regalaba al mismo Jesús, esta unión que se produce entre nosotros y Él al recibirlo en la Eucaristía.
El regalo “de más utilidad”, el deseo de que se haga viva en esa persona la unión Eucarística con Jesús, y que sea Él quien le regale la gracia que más está necesitando en su corazón.
Hagamos el intento y cuando vayamos a comulgar hoy, lo ofrezcamos por alguien como un hermoso regalo y por qué no decírselo a esa persona, como lo hizo Catalina en esta carta… tal vez nos sorprendamos y seamos causa de gran consuelo para ella.