Padul.- España.
Martina está a días de cumplir 100 años; con la ayuda de la hermana Isabel a cargo de la comunidad de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús en Padul, España, nos acercamos a escuchar dos experiencias de Dios, madre e hija que rozan con la valentía de lo cotidiano.
Como sus piernas perdieron fuerzas y pasa mucho tiempo sentada Martina dedica su tiempo a rezar, sí, rezar varios rosarios al día por todos, pero especialmente por la paz en el mundo, “sufre cada vez que mira por televisión las escenas de la guerra” dice hna. Isabel.
Le quedan pocos días para alcanzar un siglo de vida, con sueños por cumplir; su experiencia de cercanía con Dios la convirtió en una mujer de sueños, de mirar más allá de sus dificultades y limitaciones propias de la vejez. Está esperando el día para asistir a la Primera Comunión de un biznieto en la Parroquia de Padul, y despúes: celebrar su cumpleaños.
Martina depende mucho de su hija Silvia, quien expresa sentirse agotada por las demandas de su madre; ella también descubre la experiencia de Dios al ofrecer este tiempo a la voluntad de Dios, y cuando su madre recibe la comunión, ella también la recibe y se siente fortalecida. Le encantan las flores, su casa siempre está adornada, -dice hna. Isabel- , tiene su patio lleno de plantas porque para ella una fuente de energía.
Dos experiencias de Dios atravesadas por la vida misma, con creatividad en la entrega cotidiana.

Presencia de las Hermanas Esclavas en Padul – España