En este Jubileo de los 200 años del nacimiento de Madre Catalina, seguimos ahondando en el legado que
nos deja y en estos meses de un modo especial descubrimos en su vida la HUELLA que nos dejó sobre el
cuidado por la vida. En su SUEÑO DORADO vemos claramente el cuidado de
la vida de niñas y mujeres:
En la tarde de 1865 iba hacia el Santísimo y en el camino se le ocurrió que en el
terreno que tenía podía edificar una casa de Ejercicios y formar una comunidad de SEÑORAS
para que la atendiesen, “enseñaríamos la doctrina a las niñas y asilaríamos a esas
MUJERES…con nuestra protección se moralizarían, aprenderían a trabajar, se afianzarían
en el bien”.
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