26.10.20. Propuesta mensual Oración Familia Carismática. Agradecemos a Comunidad de San Juan -Postulantado.
Querida Familia Catalina de María
Nos unimos este día 27 de octubre como familia que comparte el sueño dorado de la Beata Catalina de María, por eso te invitamos a ponernos en presencia del Señor a través de este canto: “En el nombre del Padre”.
En este mes nos unimos como familia de Madre Catalina para rezar por la presencia de los laicos en la Iglesia, dando gracias por sus vidas y por el testimonio de amor del Sagrado Corazón que ellos nos dan.
En este camino que juntos vamos recorriendo volvemos a la certeza de que todos estamos llamados, consagrados y laicos a beber del mismo pozo y a vivir el mismo carisma a partir de nuestra vocación. No se trata de vernos los unos a los otros, si no de mirar juntos en la misma dirección, y esta dirección no puede ser otra que la construcción del Reino de Dios.
¿Cómo construimos este Reino de Dios? Lo construimos sabiéndonos llamados a vivir los valores evangélicos a partir de la vida y misión que nacen de nuestro carisma. Es el Amor y la Reparación que crea entre nosotros comunión, y que nos permite compartir la vida, la fe y la misión, con entusiasmo y fervor.
La misma Madre Catalina reconocía con gran humildad los dones recibidos del Señor a través de tantos hombres y mujeres que colaboraban con la congregación, y siempre demostró su agradecimiento hacia ellos. Sus cartas nos demuestran cuánto se fiaba de ellos y cómo los animaba en este camino de servicio. En una de ellas leemos:
“Estimado Doctor Casabal:
A no haber reclamado usted por la respuesta sobre el asunto contrato; no la obtiene, pues a mí no me había ocurrido que pudiese esperar respuesta mía para determinar esto, pues ya he dicho que me haga el favor arreglar estas cosas como propias, segura de que lo hará mejor que yo y con el mismo interés. A mí no me parece mal que sea sólo por dos años la contrata, porque terminados éstos, puede el propietario continuar, en caso que las Hermanas no tengan otra mejor.
Deseando que nuestro Amo lo conserve bien lo mismo que a toda su amble familia, lo saluda afectuosamente en el Señor.
Catalina de María
Esclavas del Corazón de Jesús”.
Queremos agradecer la presencia de los laicos en nuestra Iglesia y de un modo especial en nuestro Instituto, porque ellos, con su sí generoso, siguen haciendo posible que el Sueño Dorado de Madre Catalina tenga vida.
Desde San Juan
Hoy, laicos de San Juan, nos comparten lo que significa ellos vivir el carisma del Amor y la Reparación. Sus palabras representan la de tanto otros, que viven con entusiasmo y compromiso este llamado del Señor:
– “Son muchas las palabras que me surgen al pensar en estas dos palabras. El amor y la reparación es para mí servicio, alegría, compartir, gratitud y familia. Son dos palabras que dicen mucho, no es fácil vivirlo pero intentarlo día a día es una alegría, vivirlo cada uno en su actividad particular y en todos los ámbitos” (Alejandro Moya).
– “Vivir el carisma me conecta con la Madre que el Señor nos regaló y con el gozo de sentirme en familia, en mi hogar. A demás es parte de mi identidad, de mi modo de actuar y de pararme en las circunstancias, con todo de mi ser humano, con lo que me cuesta y lo que no; es decir; el carisma es mi vida y deseo vivir lo traducido en mi seguimiento al Señor y al servicio a la Iglesia” (Yanina Lobos).
Gracias por comprometerse en este Sueño Dorado de la Madre Catalina, por todo el esfuerzo que hacen, cada uno desde su lugar, para vivir propagando el mensaje de un amor gratuito, que repara la dignidad de cada persona y la invita a vivir desde el servicio.
Y a Madre Catalina le encomendamos todas las intenciones y necesidades de esta familia carismática, diciendo:
Oh, Dios, que al inspirar a la Beata Catalina de María la fundación de una familia religiosa, llenaste su corazón de celo por la salvación de los hombres y nos dejaste en ella un ejemplo de humildad, obediencia y caridad. Te rogamos completes tu obra glorificándola en la Iglesia ente los santos. Por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.