Escribe Mariana Viarengo para la Prensa oficial de Madre Catalina
Una multitud de jóvenes desafiaron a la lluvia que amenazaba con empañar la noche de la previa a la beatificación al ritmo del rock y las palmas de la mano del padre César y los pecadores.
Con mucho ritmo, alegría y sobre todo un intenso espíritu misionero, cientos de jóvenes se dieron cita en el predio del Centro cívico para vivir una verdadera fiesta.
Luego de su presentación el padre Cesar reconoció que: “se sintió la buena onda, con una linda participación de todos los jóvenes. Fue una fiesta increíble. No se fueron con la lluvia así que, rockear siempre está bueno”.El padre César es capellán del colegio del colegio “Divino Corazón”, en Buenos Aires: “Allí yo trabajo con toda la comunidad educativa. Las hermanas sabiendo que soy músico y compositor, me encargaron que compusiera esta canción dedicada a Catalina”.
El padre César hace música desde muy joven y siempre se mantuvo cerca de la juventud. Quizá así se explique la empatía y la energía que genera en los chicos y chicas que corean sus canciones y que, esta noche, además, entonaron junto a él grandes éxitos de la música nacional. Todo en el marco de la gran fiesta que se vive en el predio de la beatificación.