Testimonio: Constanza Richards. Exalumna del Colegio Argentino del Sagrado Corazón de Jesús en Santiago de Chile, en el mes del Sagrado Corazón de Jesús. Promoción: 2002
“La celebración del Sagrado Corazón de Jesús era muy bonita, porque llegábamos ese día preparadas ya habíamos pasado el mes de junio rezando al Sagrado Corazón, la oración, que también la rezábamos en un momento espiritual todas las mañanas, y había siempre alguna referencia a cómo la Madre Catalina esperaba que nosotros celebremos ese amor del Corazón de Jesús. Ese mismo día había un corazón gigante de madera que tenía una puerta y se ponía en la entrada del colegio.
Siempre estaba la hermana Silvia saludando, recibiéndonos “buen día” como todas las mañanas, pero esa mañana había que traspasar esa puerta del corazón gigante y al entrar te daban una paleta de caramelo con forma de corazón que estabas comiendo toda la mañana. Ese día teníamos la misa y a eso de media mañana llegaban tazones de chocolate caliente con algo que se llama en Chile “pan de huevo” que es un pan dulce (es un pan de sabor dulce que tiene como una cubierta de clara de huevo), por eso se llama pan de huevo (facturas en Argentina).
Y también había distintas celebraciones, algún acto , alguna representación, globos en forma de corazón, me acuerdo que el colegio estaba lleno de globos y de música…
Las hermanas y el colegio en general, la Congregación siempre se han caracterizado por ser muy alegre y yo creo que eso es lo que nos transmitieron de la celebración del Corazón de Jesús, y así es como yo lo recuerdo. Mi mamá que estuvo también en el colegio, también siempre recordó a las hermanas y esta fiesta por su alegría.
Palabras claves: Madre Catalina, puerta gigante del Corazón de Jesús, pan de huevo, congregación alegre.