Las gigantografías que se usaron para la misa de beatificación de Madre Catalina, fueron una parte esencial en la ornamentación y en la comunicación de la misma Beata, su carisma, su mensaje, su modo de ser, sus opciones de amor y reparación.
En el lateral del altar se ubicó la gigantografía con la Imagen de Madre Catalina que se descubrió cuando se la nombre Beata. Esa imagen, a igual que el logo, fue elegida después de un discernimiento de la Comisión General; ya que buscaron la que representara mejor el “ser de Catalina”.Esta imagen es una foto de una pintura que está en la habitación de madre Catalina, realizada a poco de su fallecimiento por una hermana contemporánea de ella.
Durante la ceremonia de beatificación que se llevó a cabo el pasado 25 de noviembre en la ciudad de Córdoba, fue descubierta por tres varones relacionados con la Comunidad de la Casa Madre: Andrés Moreno, encargado de mantenimiento y trabajos de pintura y albañilería, (fue el primero en colocar un afiche de invitación a la beatificación en su auto). José Mazzaforte (con su esposa forman parte del Movimiento Siloé y de la Unión de Padres), y por Daniel Bermejo, (egresado y miembros de los Jóvenes por el Reino).
Sobre las columnas de sonido se ubicaron dos gigantografías que representan las pasiones de Catalina: la pasión por el Corazón de Jesús, imagen que preside el altar de la casa Madre.
Del lado derecho del altar la imagen de Madre Catalina, del lado izquierdo y al centro, el escudo del Estado Vaticano acompañado de los logos del Instituto de las HH Esclavas del Corazón de Jesús , el Arzobispado de Córdoba y el identificatorio de la celebración “Catalina una Confianza Reparadora”.
La que posee rostros con la gráfica “Catalina es de todos”, hace referencia a la pasión de Catalina por la humanidad, que la llevó a dar y a darse sin fronteras llevando la misericordia del Sagrado Corazón Jesús.