[vc_row][vc_column][vc_column_text]18 de diciembre de 2019. Comunicación @MadreCatalina
Al paso que trabaja en Santa María se ama, sería la frase de Madre Catalina para sintetizar esta experiencia de jóvenes, profesionales y gente voluntaria que reparan con amor en zonas olvidadas de Argentina.
En octubre de 2019 se inauguró el consultorio odontológico en el puesto Sanitario wichi en Santa María, destino de misión de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, ubicado en el Monte salteño a 10 horas de viaje desde Tucumán.
La Dra. Carina Palacios odontóloga tucumana, con su colega y amiga empezaron trabajando en el monte santiagueño en un pueblito que se llama Boquerón, atendiendo en un consultorio que llevan adelante sacerdotes jesuitas, como para dar una mano a la gente que no tiene acceso a la atención odontológica porque el sistema de salud no llega hasta ahí.
Cuando en julio de este año surge la posibilidad de la misión wichi a Santa María, la Madre Marita Barrionuevo ecj. hace una convocatoria, los “Jóvenes por el Reino” invitan a profesionales a la misión, entonces Carina quien había conocido por primera vez este lugar en el 2015, en una misión con su esposo y sus tres hijos, le plantea a su amiga repetir la experiencia de Santiago en el monte salteño.
Equipamiento, instrumental
En este puesto sanitario no había nada, dice la dentista, entonces empezaron a pedir donaciones, “pensamos en profesionales que están jubilados y que quisieran donar parte del equipamiento de su consultorio para que nosotros podamos montar de cero un servicio odontológico”.
Y así fue, de julio a agosto de 2019 “una doctora que nos conocía como docente de la Universidad quiso donar su sillón que justo lo había cambiado por uno nuevo y lo tenía guardado en su casa; colegas contemporáneos a nosotros nos donaron anestesias e insumos, y otras tantas cosas las tuvimos que comprar”, afirma Carina Palacios, “pero la experiencia fue maravillosa porque cuando parecía que todo era muy difícil, las cosas se iban solucionando. Y lo pudimos concretar”.
Ángeles catalinos
Al proyecto se sumaron dos ángeles catalinos, “Lalo” y su hijo Alejandro, que las odontólogas conocían de su época de estudiantes en la Universidad. Técnicos que no solo hicieron las instalaciones y pusieron en funcionamiento el consultorio, sino que con su auto pasaron a buscar a las doctoras y viajaron 10 horas hasta llegar al lugar del Sueño Dorado.
Trabajaron todo el día para instalar y dejar en funcionamiento el consultorio. Al terminar la jornada de trabajo limpiamos la sala de espera para poder inflar los colchones y descansar luego de una ardua jornada.
Desde las 8 de la mañana hasta las 9 de la noche de corrido atendieron más de 22 pacientes, lo que las hace sentir orgullosas por ofrecer la misma calidad de servicio que en su consultorio particular “nuestro trabajo no es asistencialismo, porque en Santa María hacemos el mismo trabajo profesional de nuestro consultorio particular en la ciudad” agrega Palacios.
Lugar de reparación
“El consultorio fue un paso muy importante no solo para la salud de los hermanos wichi, también para los criollos que atienden el puesto sanitario (enfermero y ordenanza) y vecinos de la zona. Gente que nunca había sido atendida y que no sabía cómo sentarse en el sillón o qué habían intentado sacarse una muela solos con algún instrumento casero, lo contaban con total naturalidad y venían para que nosotras le terminemos bien esa extracción” expresa Carina.
La verdad una realidad bien difícil, expresa la odontóloga, misionera catalina que se prepara para volver a la misión del 27 al 30 de diciembre y dar lo mejor.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_gallery type=”image_grid” images=”10509,10500,10501,10504,10505,10506,10507,10508″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/2″][vc_column_text]
No imaginan la felicidad cuando logramos verlo instalado!
Testimonio de Yanina Gambarte, Jóvenes por el Reino.
“Hace un tiempo que la Congregación nos dio la oportunidad a la comunidad misionera Jóvenes por el Reino, de acompañar esta misión wichi. Poco a poco fortalecimos los vínculos, compartiendo anécdotas, silencios, abrazos, sin contar que ellos se las ingeniaron siempre para hacernos sentir esperados, queridos.
Hoy en día son una familia, esa familia que vive lejos y esperas las vacaciones para poder visitar.
Sin dejar de lado que cada encuentro en Santa María fue especial, me tocó en noviembre acompañar el trabajo sorprendente de este equipo, Lalo y Ale con una predisposición inigualable, Carina y Mariana que se pusieron este proyecto al hombro, y no escatimaron a la hora de aportar todo para que esto funcionara.
El primer día me tocó anotar los turnos y acompañar en la sala de espera, mientras entre mate y mate podía ver el cariño y el amor con el que ellas trabajaban.
Hay más todavía! Antes de volver, pudimos dar una charla sobre potabilización de agua y mediante la donación del equipo de Rotary, varias familias empezaron a contar con agua potable.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/2″][vc_column_text]No sé si puede explicar esta emoción, esta felicidad de sueños cumplidos, este impulso a seguir trabajando y proyectando. Es imposible no sentir a Dios en cada paso, en cada logro.
Mucho amor compartido, mucho amor en servicio y ser testigo fue un regalo.
Gracias a todos los que ayudaron, gracias a los que día a día ponen su granito para acompañar y ayudar a nuestra querida comunidad wichi.
Sumate!!
Actualmente necesitan donaciones para comprar medicamentos específicos cuando surgen complicaciones, terminar de armar el servicio de rayos, y conseguir algunos instrumentales que les faltan. Contacto wa: 381 6343325. Gracias!
La próxima misión será del 27 al 30 diciembre, se necesitan donaciones de alimentos no perecederos y medicamentos.
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