Si digo Las Jarillas, la mayoría de los lectores no sabrán bien de lo que hablo y algunos lo asociarán a un arbusto y otros pocos a un pueblito perdido en el límite de Córdoba con La Rioja a 90 km por camino de tierra desde Villa Dolores. De una santa de la puerta de al lado que vive en ese lugar quiero hablar: Mónica, la enfermera del caserío.
En ese lugar hasta hace 10 años no había agua potable, ni energía eléctrica, tampoco sala de primeros auxilios y la mayoría de las casas eran de techo de adobe y paja, excelentes hogares para las vinchucas y otros insectos que con su picadura enferman o matan gente.
Mónica y su esposo sufrieron la pérdida de su hijito menor de 13 meses por contraer meningitis y no haber llegado a tiempo a Villa Dolores. Amasó ese dolor y tomó impulso para cambiar la realidad del pueblo dándose y compartiendo sus deseos de alimentar a otros al modo de un pan.
Lucha por la vida digna
Decidió que nadie más moriría por dificultades en llegar para tener una buena atención médica. Estudió enfermería y formó un equipo de fútbol femenino para conseguir fondos para hacer el dispensario, lo construyó, logró que el agua llegue a Las Jarillas y que se erradicaran los ranchos, tienen energía eléctrica solar y van médicos regularmente a visitar el lugar.
Con todo esto Mónica unió a las mujeres del lugar, les hizo ver lo que tenían y lo que no tenían y junto al pueblo las visibilizó, logró que las autoridades y la prensa[1] conocieran esta realidad y varias más del estilo.
Por la nota del diario que indico a pie de página yo conocí a Las Jarillas y a Mónica. Hace unos días pude ir a Las Jarillas y darle un abrazo a Mónica. Fui con el párroco y un grupo de catequistas a celebrar las patronales del lugar.
Me estremeció su fe y su amor a Dios, su fortaleza y su cruz de haber perdido 2 hijos[2], hecha resurrección para los demás. Siempre que se va a esos lugares de misión se piensa en lo que se hablará, las casas que visitará. Aquí solo mirando a Mónica, se ve el evangelio hecho vida.
Mónica, una santa de la puerta de al lado…aunque en Las Jarillas las casas estén desparramadas.
[1] https://www.lavoz.com.ar/regionales/las-jarillas-entre-suenos-concretados-y-promesas-pendientes
[2] Hace un año murió otro hijo de 21 años en un accidente.