El Instituto Sagrado Corazón de Rancagua y familia de Madre Catalina, en memoria agradecida por el mes de la Solidaridad, enmarcado también en los 150 años de fundación de la congregación, quiere agradecer todos los gestos solidarios que pusieron oídos al corazón de los más necesitados.
Unidos con el hashtag #huellasSolidarias, porque se sienten peregrinos de las huellas de Madre Catalina, que siempre empatizó con las necesidades de los más débiles de la sociedad.
“La gratitud es una virtud y un deber que debemos practicar siempre” (MC)
Ayudas
Desayuno Iglesia San Francisco, primeros sábados del mes. (acción solidaria permanente)
Entrega de caja de mercadería a familias en situaciones complejas. (acción solidaria permanente)
Colaboración con la Fundación Cáritas y acción social de la diócesis de Rancagua, para habilitar una residencia Familiar. Esta Residencia albergará a familias, niños, niñas y adolescentes, migrantes o nacionales, en situación calle.
Aporte de enseres esenciales para la atención a las familias; ropa de cama, frazadas, sábanas, cubre camas y utensilios de cocina en el marco de la Campaña solidaria de agosto.
El 18 de agosto
En San Alberto Hurtado brilla lo mejor del alma solidaria de nuestro país, resplandece el testimonio de una fe vivida de manera ejemplar.
El padre Hurtado fue un amigo de Dios, que caminó por la vida buscando servir al Señor en todas las personas, principalmente en los pobres, sufrientes y abandonados de la sociedad. Con su ejemplo de vida, nos invita hoy y siempre a darnos y donarnos.
Como todos los años realizamos nuestras Cena Solidaria, con presencia de apoderados y familias del nuestro colegio, unidos en oración, destacando a San Alberto Hurtado como ícono de solidaridad en nuestro país; como a la Madre Catalina fundadora de la Congregación de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús en el año jubilar. Celebración que cerró con la presencia de Jesús sacramentado invitándonos a un encuentro íntimo con Él, dándonos un tiempo para contemplar en silencio su presencia y renovar nuestro propósito de ser santos y de responder generosamente al amor de Dios.
Madre Catalina empatizó permanentemente con las necesidades sociales y económicas de su época.
También quisimos recordar la figura de Margarita Brennan una de las primeras hermanas que llegó a Chile, con el relato de la Hermana Cecilia González, quien fuera una de sus alumnas.
“Transmitir lo bueno y hermoso de ser solidario, es contagiar de amor a otros y hacer de este mundo, un lugar mejor”