Solidaridad que transforma

El Comedor Cura Brochero nació en la comunidad educativa Sagrado Corazón de Mendoza, está en actividad desde junio de 2017, una obra solidaria que transforma la vida de las personas de la calle en estado de vulnerabilidad, pero también de voluntarias y voluntarios atraídos por este servicio.

Compartimos el testimonio de Gisela Brenot voluntaria y pionera de este proyecto solidario. Ella describe la identidad del proyecto: cómo nació, cómo salió adelante y cómo en el tiempo se consolida como un espacio tansformador:

“Hace ya mucho tiempo, unos años antes de la pandemia, Madre Catalina nos reunió en este sueño que tenía más coraje y ganas que medios, diría yo.

Teniendo el hospital cabecera de la provincia y de la región a tan sólo dos cuadras, vimos la necesidad de acompañar a los enfermos y familias, además de rezar por ellos.

Llevó un tiempo poder coordinar el ingreso de viandas al hospital, para acompañantes, entonces ante nuestras ganas inmensas de que arranque, comenzamos con un tablón dos veces por semana, miércoles y sábados, para entregar viandas a gente en situación de calle, hombres en su mayoría.

Esos dos días entregábamos una vianda previamente elaborada por mamás, abuelas, hermanas del colegio, Hna. Carina y Gladys que amorosamente abrieron su casa, su cocina; nos brindaron y se brindaron por completo a este sueño.

Fueron tiempos regados por la esperanza, la incertidumbre, el miedo…. más de una vez nos vimos involucradas en rencillas, amenazas y más de una vez lloramos al compartir con ellos su experiencia de vida.

Aparecieron libros para intercambiar para la lectura y de a poco también fuimos notando que Madre Catalina iba apareciendo en sus charlas. Después fue tomando color, olor y aparecieron más manos, mejor infraestructura, finalmente tomó su forma como el alfarero que amasa su vasija, la cuece y por fin puede beber de ella”.

Comida, aseo personal y lavado de ropa. Además de recibir el almuerzo preparado con mucho cariño por las voluntarias que trabajan allí, quienes asisten al Comedor Cura Brochero cuentan con un espacio para el aseo personal y el lavado de ropa, contando con los insumos necesarios que llegan a través de donaciones.

Primer ahorro. El primer fondo de financiamiento del proyecto solidario se armó con donaciones y ventas de empanadas que se preparaban con la ayuda de una señora que cuidaba a la hermana Clarita y se vendían los días viernes.